Bajo la premisa de que “la risa es un remedio infalible”, el Servicio de Salud Concepción lanzó en la Unidad de Diálisis de nuestro hospital la estrategia de satisfacción usuaria “Dr. Clown” que pretende, a través de la visita de un particular “médico risoterapeuta” contagiar de buen ánimo a los pacientes de los diferentes servicios y unidades clínicas de los seis hospitales que integran la red asistencial del SSC. Bromas y chistes para grandes y chicos son parte de sus insólitas recetas que entregará un funcionario de la repartición pública penquista que está detrás del personaje circense, pero que se enmarca en una intervención mayor pensada por el Departamento de Atención al Usuario, la Oficina de Informaciones, reclamos y sugerencias (Oirs) y los referentes de Hospital Amigo, otra estrategia Minsal de vinculación de los recintos de salud con su comunidad usuaria.  

A la peculiar visita clínica se sumaron la intendenta (s) del Biobío, Andrea Muñoz, el director del Servicio de Salud Concepción, Dr. Marcelo Yévenes quien manifestó que adoptaron la medida para “aportar a la calidad de vida que tienen nuestros pacientes en nuestro ámbito intrahospitalario”.

Por su parte, los médicos del Hospital Guillermo Grant Benavente, Dr. Eduardo Barra con todo su equipo de funcionarios del área de nefrología del recinto. “El respetable” ambulatorio, en tanto, fue gratamente sorprendido con las improvisadas “payasadas intrahospitalarias”. “Nos hace salir de la rutina. Vengo día por medio y solo lo había visto por la tele, así que bien. Hay que darse ánimo y todo aporte es bienvenido”, comentó Eduardo Jara, paciente que se dializa hace 12 años en el HGGB.

Similar opinión fue la de María Ulloa usuaria que viaja desde Copiulemu, Florida. “Me dio un regalito (risas). De los años que estoy aquí (7 años) nunca había visto esto. Soy alegre pero la misma enfermedad a uno la ‘bajonea’ un poco”.

El Dr. Carlos Grant, internista y jefe del Servicio de Medicina del HGGB dijo que estas estrategias son un aporte, y aunque no son nuevas en otros países, sí está comprobado que la risa y el buen humor ayudan a la recuperación de los pacientes. “Los que se ríen más, viven más. Que no tengamos interacción nos genera estrés y el estrés es un factor de riesgo y la incomunicación también. Cuando uno ve a un paciente con enfermedades crónicas, por ejemplo, tienes el aporte de un psicólogo y este profesional lo que hace es escuchar y te hace esparcirte en otro ambiente. Es una herramienta más que iremos evaluando”, concluyó el Dr. Grant.