Un pedazo de historia se hizo presente con la llegada al helipuerto de la primera nave con un herido a bordo. No ocurría desde el terremoto de 2010, que marcó el fin de la antigua Torre de Urgencias, construida en la década del 90, con su área de aterrizaje en la cúspide.

Para los antiguos, la llegada del primer helicóptero por emergencia real  al nuevo edificio, fue volver a la década del 90 y los primeros años del siglo XXI, cuando   fueron recibidos en un emplazamientos similar los mineros heridos en las explosiones de CARVILE, en Lebu, de Swhagger, antesala del fin de la gran minería de carbón; también los músicos  militares sobrevivientes de un grave accidente carretero que diezmó la banda del regimiento Chacabuco, nuestros fieles compañeros en el izamiento del pabellón nacional, cada 3 de octubre acompañado en las fiestas del Día del Hospital.

En su reapertura fue distinto, edificio y helipuerto nuevos, equipo distinto. Se posó el helicóptero y hubo un breve dialogo con médicos de la Unidad de Emergencia, luego el herido fue ubicado en la camilla y trasladado a la UCI, donde esta en tratamiento. Se trata de un hombre herido en un hecho policial, ajeno a la contingencia que hoy ocupa al país.

Tras lo acontecido, se puede afirmar con seguridad que el Guillermo Grant Benavente, está capacitado con infraestructura, equipamiento y grupos humanos listos para responder a las necesidades que generen acontecimientos con lesionados graves, en cualquier punto de la región.