El aumento de hospitalizaciones pediátricas por quemaduras es un efecto indeseado de la cuarentena. En la última semana 6 niños ingresaron a las salas de cirugía infantil, donde permanecen en tratamiento con lesiones de distinta gravedad.

Los afectados requieren ingreso a pabellón, atención de especialista, aseo quirúrgico y asistencia de distinta complejidad por accidentes que son evitables. Karen Lagos, enfermera a cargo de la sala de quemados, en el servicio de cirugía infantil, dijo que lo más frecuente es hospitalizar niños que se queman porque están en brazos de su madre mientras esta desayuna o come. “Un simple movimiento da vuelta la taza y el líquido caliente produce las quemaduras”, dice la enfermera.

Lo habitual es que cada otoño los equipos clínicos que tratan quemaduras llamen a prevenir accidentes, porque se registra un incremento de hospitalizaciones. Sin embargo, ahora, con cuarentena y permanencia obligada de los niños en casa, los cuidados deben ser mayores. Lagos dice que los focos de accidente son hervidores que quedan al alcance de los niños, conexiones eléctricas en el suelo o en mal estado; enchufes descubiertos, duchar a los niños con agua muy caliente. También sugiere restringir acceso a la cocina. En cuanto a áreas lesionadas, los niños presentan quemaduras en tórax, brazos, muslos y cara, principalmente.

En caso que el accidente ocurra, agrega la profesional, lo prioritario es quitarle con cuidado la ropa, lavar el área quemada con agua fría, el mayor tiempo posible. Cubrir con una sábana limpia y trasladar al niño al SAPU o establecimiento de Salud más cercano, donde le darán las primeras atenciones y derivarán al Hospital Regional de Concepción