Gracias al esfuerzo del equipo clínico del programa de implante coclear del Hospital Guillermo Grant Benavente y en lo que va corrido del 2021, ya son siete los pacientes beneficiados con este procedimiento, en contraste, con los 13 aparatos instalados durante todo el 2020, pese a la pandemia por Coronavirus.

Esta técnica transforma la energía sonora en un impulso eléctrico que llega al nervio auditivo y de ahí sigue su recorrido hasta el cerebro.

Cada 25 de febrero se conmemora el Día Internacional del implante coclear, dispositivo que permite que una persona con sordera profunda pueda volver a oír, gracias a la estimulación eléctrica de sus células acústicas con esta tecnología dentro del oído interno.

“El año 2011 se hicieron los primeros esfuerzos para aprender esta técnica quirúrgica y poder implementarla en el Guillermo Grant Benavente (HGGB), lo que hasta ese momento sólo se podía realizar en centros de Santiago”, dijo el Dr. Ricardo Alarcón, otorrinolaringólogo, jefe del programa, quien resaltó que, actualmente, son 157 las personas que se mantienen en tratamiento en HGGB, de las cuales 144 han sido implantados en este recinto asistencial.

Con la incorporación de esta patología al programa GES, el 1 de enero de 2013, todo niño y niña que naciera con sordera congénita tiene garantizado su implante coclear. “De esta forma el Hospital Regional se transformó en el primer centro fuera de Santiago en realizar este tipo de procedimiento. Fue el gran impulso para desarrollar un polo de implante coclear en Concepción”, destacó Alarcón.

Para los familiares de estos pacientes, el cambio de vida para estas personas es extraordinario. “La experiencia de haber estado operado y haber usado su implante, es todo un cambio. Fue una emoción enorme. Con la tía acá, con el papá, estuvimos todos aquí. Fue algo bien emocionante, me aguante el llanto porque soy bien llorona”, declaró Verónica Araneda, mamá de Joaquín Aguayo de seis años, que nació con problemas auditivos y pudo acceder al implante coclear.

Cada paciente es abordado por un equipo multidisciplinario: fonoaudiólogos, psicólogos y asistentes sociales entre otros, quienes lo apoyan activamente, antes y después de la intervención. “Nos preparan psicológicamente para el proceso que viene. Después de la operación quirúrgica viene la recuperación, el encendido, después viene la nivelación del implante, pero lo más importante es cuando hacen el encendido. Uno escucha un nuevo audio y como que empieza a despertar el cerebro”. Así lo explicó Claudio Pérez, quien recibió su implante el 2015, tras perder la audición a los cinco años, producto de una papera y que, hoy con orgullo, nos comenta que sacó su título de Ingeniero en Informática y actualmente se desempeña como uno de nuestros profesionales en la Unidad de Personal del HGGB.

El implante coclear está garantizado en Chile para todo el ciclo vital. En los prematuros y menores de cuatro años a través del GES. En los mayores de cuatro años, a través de la Ley Ricarte Soto y los que no cumplan con los criterios establecidos por estas vías, pueden postular a través del programa FONASA Minsal.