Felices están las y los funcionarios del Servicio de Ginecología y Obstetricia de nuestra institución, tras el término de las obras de normalización de sus pabellones. Tras seis meses de intervención, las mejoras beneficiarán la atención de pacientes.

“Con ellos se subsanaron brechas existentes desde el punto de vista de infraestructura, las que formaban parte de los requerimientos para la autorización sanitaria del Minsal”, dijo el matrón supervisor del pabellón gineco obstétrico, Herman Alarcón.

Desde la semana anterior, el personal de matronería comenzó a movilizarse a las remozadas dependencias, las que fueron utilizadas en urgencias durante el fin de semana. 

La situación tuvo un leve cambio este lunes, luego que se iniciaran las cirugías electivas: “Esta semana será nuestra marcha blanca. Nos servirá para definir qué procesos podemos optimizar”, añadió Alarcón.

Las remodelaciones forman parte de un Proyecto de Conservación, financiado por el Minsal, en el cual se invirtieron más de 576 millones de pesos. Estos recursos se compartieron entre el mejoramiento del primer piso del Monoblock: pasillo de Imagenología y Servicios Social, indicaron desde la Unidad de Proyectos.

La reapertura de estos espacios quita presión a áreas como Pabellón Central y Cirugía Mayor Ambulatoria, que facilitaron sus quirófanos para la resolución de patologías gineco-obstétricas. “Esto tenía un impacto en otras especialidades, las que ahora podrán retomar su capacidad productiva”, indicó el matrón supervisor.

“Quedó todo muy lindo. Ahora sólo nos falta darle la ocupación que corresponde”, dijo Herman. Los movimientos de retorno involucraron a las unidades de Parto y de Recién Nacidos. “La idea es que queden todas en el cordón de la línea de urgencias de nuestra área”, concluyó Alarcón.