HGGB realizó su primera cirugía para abordar el Parkinson
Jueves, 18 de Diciembre de 2025
Estimulación cerebral profunda


Hace más de 30 años, los síntomas de Parkinson de Patricia Cuevas aumentaron tanto que ya no pudo llevar una vida normal. Este lunes, la paciente de 67 años entró a Pabellón para hacer historia en nuestra institución al ser sometida a la primera cirugía de estimulación cerebral profunda realizada en el Hospital. El procedimiento -que se realizó con Patricia despierta- le abre opciones de retomar su vida con optimismo frente a la enfermedad. "Estoy mejor que nunca", dijo ayer antes de ser dada de alta.
"Es un hito en la neurocirugía de la región", afirmó el jefe del Servicio de Neurocirugía, Antonio Farías. La cirugía, fue posible gracias al apoyo de la dirección y al trabajo conjunto de los equipos de neurología y neurocirugía de nuestra institución, que se consolidan en resoluciones con un tratamiento innovador en la resolución de esta patología neurodegenerativa.
El director HGGB, Claudio Baeza, señaló que este procedimiento marca un cambio radical en la vida de las y los pacientes y refleja la capacidad del Hospital y el expertise de sus equipos. “Estamos muy contentos de esta primera cirugía, que haya sido exitosa, que permite a través de un método revolucionario tener la disposición para el tratamiento de esta condición en nuestros usuarios y usuarias”, afirmó
Para Sara Urra, hija de Patricia, la intervención significa recuperar a su madre. "Desde que tengo 8 años no es una persona sana", relató emocionada.
El procedimiento estuvo liderado por el neurocirujano de la Clínica Universidad de los Andes, André Fassler, quien acredita más de 100 casos realizados. La cirugía consistió en implantar dos electrodos en los núcleos basales del cerebro, que funcionan como marcapasos cerebrales que controlan los movimientos involuntarios. En todo momento estuvo acompañado por nuestros especialistas Paula Meza, neuróloga y los neurocirujanos, Sebastián Vigueras y Antonio Farías. Además, del ingeniero argentino Daniel Cerquetti, quien se encargó de la microlectura de las unidades neuronales de la paciente en vigilia. "Por ser una primera vez, todo funcionó de maravilla", destacó este último.
Días antes, Patricia expresó el deseo de “recuperar el tiempo perdido y tratar de olvidar el movimiento, porque es cruel". Ahora sólo espera volver a realizar actividades sin el estigma de las miradas ajenas, lo que ocurrirá en tres semanas, cuando la dra. Paulina Meza comience la programación del estimulador implantado para mejorar sus síntomas de forma progresiva”, adelantó la neuróloga.