“Hemos sido los primeros del área pública y privada del país”, dice orgulloso el Dr. Armando Pérez Silva, cardiólogo especialista en arritmias y electrofisiología, al referirse a la técnica de cardioneuroablación que se aplica en el Guillermo Grant Benavente desde 2021. La intervención evita instalar marcapasos en pacientes considerados jóvenes, menores de 45 a 50 años, quienes sufren pulsaciones del corazón muy lentas.

“A través de un procedimiento que históricamente utilizamos los electrofisiólogos, introducimos catéteres a través de una vena de las piernas para llegar al corazón. En sitios específicos, generamos lesiones con cauterizaciones muy pequeñas, bien localizadas y así podemos cambiar el pronóstico del paciente, aumentando su frecuencia cardíaca.   Con   ello   evitamos  el  uso  del marcapaso”, explica el especialista en arritmias y electrofisiología. 

“La recuperación es muy rápida”, dijo el médico quien resaltó que ya se han operado a tres personas en nuestro hospital, con muy buena evolución. “El paciente llega, se hace la intervención y al día siguiente, antes del mediodía, ya está en su casa. No es un procedimiento que consuma ‘tiempo hospitalario’, más allá del recurso que usamos nosotros, es un paciente que ni siquiera necesita ir a terapia intensiva. Puede usar una cama intermedia y luego irse a su hogar”, destacó.  

Un marcapaso tiene una duración aproximada de ocho años, de ahí la importancia de esta técnica para pacientes jóvenes para evitar las reintervenciones constantes a futuro, considerado el riesgo que conlleva cualquier tipo de cirugía.