“Es como si una bomba hubiese caído, destruyéndolo todo. En televisión vemos lo que ocurre cerca de la carretera, pero más allá hay una realidad muy triste”, relata Samuel Cartes, enfermero supervisor de hospitalizados Cardiovascular de nuestro Hospital, que prestó servicios, en terreno, a las víctimas de la catástrofe.

Samuel es parte del Equipo de Respuesta Médica en Emergencia (EMT), creado por el Servicio de Salud Concepción (SSC) tras el aluvión de Atacama, en 2015. Desde entonces está sujeto a destinación en cualquier punto donde ocurra un desastre y se requiera atención de salud.

“Nos activaron como equipo y el miércoles, junto con la colega Carla Belmar, nos correspondió ir al Hospital de Santa Juana y allí me destinaron a la posta de Chacay”, en el camino a Nacimiento”, relata Samuel.

Ya en terreno, se unió a la enfermera del lugar y en móvil SSC salieron a las áreas siniestradas para efectuar controles de salud y curaciones a los damnificados.

“La verdad…es muy triste, de repente teníamos que decirle al paciente que se acomodará para controlar la presión, pero no había donde sentarse, porque todo se convirtió en cenizas. Entonces teníamos que buscar una piedra o una madera que nos estaba quemada, para hacerle el control de signos vitales. Todo está destruido, ellos perdieron sus casas, sus animales y hay una necesidad enorme”.  

“La gente nos recibió agradecida y algunos se veían temerosos. Están muy lábiles emocionalmente, la mayoría con trastornos del sueño, durmiendo 3 o 4 horas, entonces, entendimos que el quedarse un poco más para conversar y escucharlos, tenía el mismo valor de hacerles el control de signos vitales”, explica el enfermero del área de cardiología.

La disponibilidad para continuar apoyando en terreno se mantiene, por el tiempo necesario, a través del EMT, que, en el HGGB, es integrado, además por los enfermeros, Alexis Mardones y Carla Belmar, quienes se suman a profesionales del Hospital de Coronel y a una TENS y una médica del Cesfam Víctor Manuel Fernández.