Alrededor de tres años transcurrieron para que las y los voluntarios espirituales regresaran a sus roles de acompañar a los pacientes del HGGB, dejando atrás las restricciones que impuso la  pandemia. 

La bienvenida contó con la presencia del director de nuestra institución, Claudio Baeza, quien recibió una bendición por parte de los voluntarios, en su rol de líder institucional. Por su parte, Baeza les agradeció su inagotable apoyo, cariño y acompañamiento a las y los usuarios que requieren de una necesidad espiritual.

“Creo firmemente en la esperanza que ustedes le entregan a nuestros pacientes”, afirmó el directivo, durante el acto coordinado por la Unidad de Participación Social y Gestión Usuaria del HGGB. Si bien la llegada del Covid-19 distanció a las y los voluntarios de sus roles, el jefe (s) de la mencionada Unidad, Javier Salas, destacó  su labor. “Siempre estuvieron pendientes del Hospital y de todos nuestros pacientes”, agregó.

La sorpresa la recibieron por parte de un equipo de Ginecología Obstétrica que llegó al Auditorio del CAA para realizar una petición especial. Como testigos de su labor, las matronas abordaron la Ley Dominga para solicitar apoyo en la confección de insumos para las Cajas de Memoria, las que se entregan a madres y padres que han sufrido la pérdida de un hijo en etapa gestacional o ya como recién nacido, favoreciendo así una despedida sensible, como establece la Ley.

La integrante de un grupo de la congregación Alianza Cristiana y Misionera, María Trinidad Soto, expresó que “se extrañaba esta labor de compañía”, puesto que “transmite la fe” que los usuarios depositan en Dios, así como en tareas de aseo personal y de acompañamiento a quienes no tienen familiares que los asisten.