“Estoy muy agradecida, sobre todo con las kinesiólogas porque me ayudaron mucho a ponerme de pie” dijo Antonia Pérez Lagos, de 15 años. Primera beneficiada con cirugía cardíaca pediátrica en el HGGB

Fue pocos días antes de la operación realizada el 5 de septiembre que Antonia Pérez, (15 años) le contó a sus amigas más cercanas que tenía un problema cardíaco congénito. De pocas palabras, la adolescente les dijo que “me voy a operar y voy a faltar a clases”. Le dieron buenas vibras y le dijeron que la esperarían, confiando en que todo saldría perfecto. Y así fue. No transcurrieron ni dos semanas y Antonia ya estaba de alta en su domicilio. El pasado jueves tuvo su primer control post operatorio y el próximo martes otro, con el cirujano que realizó la intervención. Una corrección a corazón abierto que dejó en el pasado una malformación en su ya dilatado y cansado miocardio, pese a su corta edad. 

El cirujano cardiovascular, Rodrigo Reyes, quien practicó la intervención quirúrgica manifestó que la paciente completó su postoperatorio en la UCI Pediátrica, sin ninguna complicación. “Se mantiene en bastantes buenas condiciones y el resultado de la operación parece ser perfecto. En su primer control le realizamos una ecografía para asegurarnos que el resultado fuera satisfactorio y todo parecía dentro de la normalidad. Esperamos que su recuperación siga de la misma manera: sin ningún tipo de incidente”. Tras ese primer control, Antonia declaró: “aún siento un poco de dolor de pecho y me cuesta respirar, pero ya no me voy a cansar tanto como antes. Va a ser más fácil”, aventuró entusiasta, por la molestia que notaba sobre todo cuando realizaba actividad física. 

Su madre, Lorena Lagos también agradeció la posibilidad de terminar con un calvario de nueve años buscando solución a la enfermedad de su única hija. “Siempre la idea fue que la Antonia se operara en el Calvo Mackenna”, uno de los dos únicos centros públicos capitalinos que realizan cirugías cardíacas pediátricas para todo Chile. “Por distintos motivos la cirugía se debía suspender, pero de repente me llamaron de acá (Concepción) y me dijeron que Antonia estaba aceptada y sería la primera paciente en operarse en regiones (...) Al principio tuve miedo y alegría, pero me dieron hora muy rápido. Gracias a Dios, salió todo bien. Me alegra porque, después de esta (cirugía de Antonia), se van a poder operar más niños, que realmente lo necesitan”, reflexionó. “Gracias infinitas porque mi hija va a tener salud para cumplir todas sus metas y sus sueños”, dijo al borde de las lágrimas de felicidad.