Por noveno año consecutivo, al mediodía de este miércoles 27 de septiembre, se realizó el acto de reflexión y homenaje en recuerdo de quienes, en vida, dieron vida. Fue en 2014 que se inauguró el denominado Jardín del Donante, en el frontis del Centro de Atención Ambulatoria del HGGB, para cuando -precisamente- se oficializó en Chile el proceso de donación de órganos y tejidos. Durante la ocasión, se plantaron cuatro Notros para simbolizar la esperanza y la trascendencia de la vida. La efeméride releva el altruista y bondadoso acto de quienes desean dar sus órganos y tejidos post mortem, verbalizando su voluntad, la que sus familias respetan. Aunque no siempre es así. 

A septiembre de este año, en nuestro recinto sólo se han generado tres procuramientos, dos de ellos multiorgánicos y un tercero, de córneas. 

Esta actividad se desarrolló luego de un desayuno, con familiares de donantes de órganos, quienes fueron convocados por la Unidad de Procuramiento de nuestro establecimiento. Carlos Figueroa, médico jefe del área dijo que “estamos muy orgullosos porque hemos logrado convocar un grupo de familiares que, de manera muy generosa y altruista, respetaron la voluntad de sus parientes y decidieron -con ese acto- mejorar la calidad de vida de muchas personas que estaban en listas de espera, aguardando un órgano”. 

No obstante, Claudio Baeza, director HGGB lamentó la baja tasa de donación que tenemos en la región, pese a ser uno de los centros que más trasplantes realiza, de diversa índole, en todo el territorio nacional. “Es un desafío que queremos incentivar en las personas. Por población asignada, deberíamos tener del orden de los 13 donantes anuales. Existe una necesidad en una larga lista de espera y esto puede cambiar con una simple decisión”, apeló categórico.