La subunidad Clínico Forense, del Policlínico CAISS, presta un servicio indispensable a usuarias y usuarios que acuden al Servicio de Urgencias y declaran haber sufrido una agresión sexual, asociada al programa GES 86. En junio pasado, se inició un proceso de acompañamiento ambulatorio a estas personas, proceso del que se encarga la dupla compuesta por la trabajadora social, Claudia Orellana y la psicóloga, Ivonne Alfaro.

“A las personas que consultan por ser víctimas de violencia sexual, se les ofrece un seguimiento ambulatorio”, comentó Orellana. En la primera intervención ambas explican al paciente en qué consiste el programa y cuál es su objetivo. Estas consultas tienen seguimiento durante el tiempo que sea necesario. “En la parte social, voy haciendo una evaluación respecto a cómo van evolucionando el asunto por el cual llegaron”, específica Claudia. Acá se recibe a todas las personas: “Niñas, niños, adolescentes, hombres, mujeres y personas de comunidad LGBTIAQ+”, especifica la asistente social.

“Lo que el GES pide, en la parte ambulatoria de salud mental, es que se haga acompañamiento a las víctimas de violencia sexual, pero que también se refuercen los recursos para que las víctimas enfrenten hechos de naturaleza estresante en la vida, con el potencial de ser un evento traumático, aunque no lo constituya como tal”, agregó Ivonne.

Al ser esto un tema de especialidad, “no se hace mucha prevención ni promoción. No es un tema que se aborde mucho en APS”, asegura la psicóloga, que espera que estos temas dejen el ‘tabú’ a un lado y se aborden en otros espacios “para prevenir posibles agresiones sexuales o situaciones de vulneración”, concluyó.