Esta historia comienza hace 14 años cuando, Joselyn Flores acudió al HGGB, el 9 de diciembre de 2009, luego que uno de sus gemelos tuviera sufrimiento fetal. “Vivir una experiencia de prematuros me cambió la forma de mirar la vida”, afirmó la mujer, que fue invitada por el programa de seguimiento, que el Guillermo Grant Benavente realiza a niños y niñas en condición de prematurez para homenajearlos.

Fue el pasado viernes, en las actividad de conmemoración del Día del Prematuro, cuando los gemelos Fernán y Julián Henríquez recibieron la bendición del párroco de la capilla de nuestra institución, haciéndola extensiva a todos los prematuros nacidos y a los por nacer.

“Las personas del programa nunca habíamos celebrado este día, entonces me contacté con la mamá de estos adolescentes, porque ella fue responsable con todos sus controles, médicos y no médicos, durante los siete años que dura el seguimiento”, destacó la enfermera coordinadora del programa, Teresa Venturelli, emocionada de volver a ver a los hermanos Henríquez Flores: “Se ven muy bien”, dijo para luego agregar que ambos “son unos guerreros”.

“Julián era el de peor condición y eso nos puso a los tres en riesgo vital”, recordó la madre de los adolescentes. Tras ser rescatados de su vientre, Fernán pesó 1.360 kilogramos y tuvo menos complicaciones que su hermano Julián, quien marcó 1.140 kg., en la báscula, pero una saturación de oxígeno del 43% ponía en riesgo su sobrevivencia. El bebé llegó al mundo con una asfixia muy severa. 

“En el momento, como madre primeriza, no asimilé la gravedad de lo que vivíamos. Cuando llegué a la Urgencia los médicos ‘volaron’ conmigo arriba de la camilla”, rememoró Joselyn, agradecida. 

Sus palabras fueron dirigidas al personal del hospital que hoy -como en el pasado- ha cumplido la tarea de cuidar a las y los prematuros nacidos en la institución, pero también con un rol educador que ofrecen a madres y padres que transitan estos procesos, ya que se enfrentan a un mundo desconocido y “uno no se dan cuenta del apoyo recibido en esas instancias”, declaró la mamá de los gemelos. 

Ellos, por su parte, poco recuerdan de estos procesos, de sus visitas y andanzas por los pasillos del Regional de Conce, pero posaron orgullosos con diplomas que los certifican como ‘verdaderos guerreros’.