En menos de 24 horas, el cardiocirujano infantil Rodrigo Reyes, junto a un equipo clínico especialmente preparado para intervenir a pacientes pediátricos, realizaron dos cirugías de alta complejidad este lunes y martes. Ambas corresponden a la segunda y tercera operaciones de este tipo realizada en el Guillermo Grant, desde agosto pasado.

En la primera se intervino a un menor de once años que “hace varios años  esperaba ser operado por un defecto de comunicación interauricular” y también por “una estenosis de la válvula pulmonar”, detalló el especialista. “Reparamos su corazón gracias a un enorme trabajo en equipo”, agregó Reyes respecto a la intervención. “Hay mucha preparación antes de ingresarlos al quirófano”, sinceró.

Pero fue el caso de este martes el que puso mayor presión al equipo clínico dispuesto en el pabellón 8. Al interior un lactante, de sólo cinco meses, enfrentó al bisturí tras varias semanas internado en la UCI Pediátrica, producto de una falla cardíaca. “Tenía un defecto que se llama comunicación interventricular (un orificio entre ambos ventrículos), lo que sobrecarga al corazón y genera insuficiencia cardíaca. El paciente no era capaz de salir completamente del ventilador mecánico no invasivo”, explicó.

La cirugía era compleja, pero la guagua debía ser intervenida “sí o sí”, dijo Reyes. Su corazón, extremadamente pequeño, fue operado de forma exitosa. “Fuimos capaces de reparar esta falla con un parche”, dijo el doctor minutos antes de derivar al pequeño a la UCI.

Para ambos pacientes la reparación de sus defectos “fue completa”, por lo que el equipo médico espera que “no vuelvan a requerir intervenciones al corazón en un futuro”, dijo el médico satisfecho por el buen trabajo realizado: “es la culminación del entrenamiento de varios de nosotros en el extranjero”, agregó.

Reyes retornó en agosto desde Canadá, y posibilitó que en el HGGB se puedan hacer estas cirugías, antes sólo realizadas en Santiago. El Regional ya lleva tres.