Adquirido gracias al Convenio Asistencial Docente con la UdeC, el nuevo monitor de parámetros sanguíneos -modelo CDI 550 de la marca Terumo- cumplirá una función esencial en los pabellones de HGGB: fue destinado a cirugías cardíacas pediátricas.

El equipamiento clínico mide, segundo a segundo, la circulación extracorpórea, entregando detalles precisos de la oxigenación de la sangre, mientras están detenidas las funciones del corazón y los pulmones del paciente. 

“Esta máquina nos permite hacer el seguimiento y saber qué tan bien lo estamos haciendo cuando devolvemos el oxígeno y eliminamos el monóxido de carbono de la sangre de nuestros pacientes durante una cirugía”, explicó la enfermera perfusionista, Mónica Gutiérrez.

El nuevo dispositivo agiliza procesos y recupera minutos esenciales para tratar casos pediátricos. “Los exámenes demoran hasta 20 minutos, tiempo que no tenemos con estos pacientes donde necesitamos que la medición sea lo más precisa y rápida posible para realizar cambios en el momento. Eso es lo que nos ofrece este monitor”, agregó la perfusionista.

“Antes teníamos que mandar exámenes seriados que tienen un retraso entre los tiempos de transporte al laboratorio y de procesamientos. La diferencia es abismal”, añadió el anestesista cardiovascular, Gustavo Galleguillos. Sus valoraciones fueron incluso más allá, al mencionar que el dispositivo mide una serie de variables “muy necesarias” para operaciones al corazón en niños, entre las que destacó el consumo global de oxígeno y su presencia, tanto en sangre arterial como venosa; la cantidad de potasio, el gasto cardíaco y el conteo de hematocritos. “El monitor toma estos parámetros y hace cálculos que permiten ver constantes vitales, a través de toda la cirugía, con un retraso mínimo entre 1 a 6 segundos, según lo que estemos analizando”, comentó el anestesista. 

El dispositivo que funciona con precisión, gracias a unas microagujas que se disponen en las tubuladuras por donde circula la sangre del paciente, entre otras de sus bondades. “Nos pone en el tope de línea desde el punto de vista biomédico”, valoró Galleguillos. El aparato costó cerca de 44 millones de pesos.