Instalado en el Laboratorio Clínico del Guillermo Grant, en el tercer piso del CAA, quedó el nuevo Cromatógrafo Líquido al que la Unidad de Terapias Personalizadas postuló en 2023. El equipamiento promete individualizar todavía más el tratamiento de pacientes.

“El equipo es bastante dúctil, ya que permite cuantificar concentraciones de fármacos, con diversas familias de estos”, dijo el jefe de la mencionada unidad, Salvador Cabrera, quien agradeció la labor de Campos Clínicos y a la Unidad de Proyectos, “al prestar atención a cada detalle, con vistas a resolver problemas y acortar plazos para su llegada”, explicó.

El dispositivo permitirá que la unidad se desempeñe en dos áreas: la corresponde a infecciones fúngicas a través de la determinación de voriconazol, “que tiene bastante uso en hematología y en pacientes inmunodeprimidos o críticos”. En segundo aspecto subsanará una brecha existente en estudios oncológicos, permitiendo “retomar estudios con el imatinib y el 5-fluorouracilo, en cánceres sólidos y hematológicos”, precisó el Dr. Cabrera.

La adquisición del cromatógrafo, modelo HPLC-UV-FL, se realizó a través de Convenio Asistencial Docente (CAD), por un monto que superó los $68 millones de pesos, indicaron desde la Unidad de Proyectos.

Para el jefe del Laboratorio Clínico, Roberto Vega, el proyecto ayudará a dar una medicina aún más personalizada a nuestros pacientes, ya que “medirá en forma precisa la concentración farmacológica, reduciendo efectos toxicológicos de estos medicamentos”, indicó el facultativo. Además, Vega agregó que la llegada de este dispositivo al laboratorio del Guillermo Grant Benavente lo deja “a la vanguardia, tanto a nivel público como privado, en este tipo de tratamientos”. 

Respecto a su utilización, el facultativo indicó que se irá implementando de forma paulatina, “de acuerdo a lo que conversemos con Salvador sobre los diferentes fármacos que se monitorearán”. Por el momento la farmacia está a la espera de los insumos correspondientes para comenzar con los primeros análisis.