Soledad Torres lleva 15 años trabajando en el HGGB y detectó una posibilidad de hacer un aporte más allá de su rol como matrona. Gestionó un espacio para la lectura mientras las personas aguardan por atención o sus familiares permanecen en la sala de espera. Para lo cual coordinó la instalación de una estantería de libros, en el Hall central frente a Ginecología y Obstetricia, en el Monoblock. La profesional confía en que “va a tener un impacto muy grande”. 

Quien participó de la habilitación de este espacio cultural fue el Dr. Demetrio del Río, subdirector médico del HGGB. “Creo que es una muy buena iniciativa. Esperamos que dé buenos resultados y nuestro personal y los usuarios lo aprovechen y cuiden como es debido”. 

La idea que le surgió a Soledad empezó a materializarse buscando librerías de la zona, interesadas en proveer textos de diversa índole, aunque con enfoque en temas de salud, principalmente. Auto gestionó el mueble, los letreros que clasifican los libros y Bookfail.cl aportó los primeros 57 títulos ya disponibles. Carla Novoa, gerente general de esta librería dijo que “nuestro modelo contempla la donación de libros para fines educativos y teníamos en mente integrar a la comunidad en salas de espera, porque en algunos hospitales de Santiago nos plantearon la idea.

Pero para nosotros era ideal hacerlo en Concepción porque somos una empresa penquista y la idea era visibilizarlo acá en la región (...) que sea ‘un plan probeta’ para generar cultura, que la comunidad se haga cargo y responsable también”. De ser factible y la idea se sostiene -sin mermas-, se pretende ampliar la estantería en otras salas de espera. 

El médico jefe del área, Emilio Díaz comentó que cuando les presentaron el proyecto dieron acogida de inmediato. “Esto también es hacer salud y salud mental para los funcionarios y los usuarios del sistema. Hacía falta y es pertinente tener una amplitud de cosas y no sólo enfocarnos en el modelo de salud orientado a la enfermedad sino que esté pensado para el desarrollo del alma y el espíritu humano”. 

Una vez terminada la actividad de puesta en marcha de esta “biblioteca pública intrahospitalaria”, inmediatamente surgió el interés de quienes esperaban en el lugar. 

“Esto es maravilloso porque se te acorta la espera. Vine a dejar a una persona que estará varios días hospitalizada así que aprovecharé de leer. Esto te relaja y el tiempo no se nota tanto”, dijo la primera lectora ‘oficial’,  Isabel Bustamante.