Hace dos años, una bala dejó a Manuel Hermosilla postrado y con una lesión medular traumática a causa del impacto. El joven paciente de Coronel, se atiende en nuestro Servicio de Medicina Física y Rehabilitación hace un año y medio. Pese a su paraplejia, su empeño y ganas de salir adelante, además del apoyo de un equipo multidisciplinario que recibe de nuestros profesionales, le permitieron cumplir una serie de requisitos y ser postulado para ayudas técnicas de Senadis. Este miércoles recibió una silla de ruedas de bipedestación. Con ella puede erguirse, gracias a una batería eléctrica que impulsa al aparato. “Me sentí bien, se siente diferente. Va a ser genial”, dijo entusiasmado. 

La médico fisiatra, Patricia Carrasco dijo que es la primera silla de este tipo entregada a uno de nuestros pacientes en, al menos en una década y que este año ya se ha postulado a otros siete pacientes, en condiciones similares a Manuel, pero son cerca de 50 personas las que podrían recibir el beneficio, de acogerse futuras y necesarias postulaciones.

“Son múltiples los beneficios para estos pacientes. Primero, esta imagen corporal de enfrentarse al mundo y a la gente que está frente a él, de pie. Segundo, esto es beneficioso desde lo emocional y psicológico y, físicamente, mejora mucho la parte digestiva. Este tipo de pacientes evolucionan con intestino neurogénico. Entonces un tránsito intestinal muy enlentecido, puede ser peligroso. El bipedestar también ayuda a manejar los espasmos, producto de su lesión en la médula y eso permite disminuir la dosis de fármacos”, explica. La especialista dice que también evita la osteoporosis. “El hecho de estar de pie, la gravedad actúa en los músculos y eso evita que los huesos se descalcifiquen”. 

La asistente social de Medicina Física, Lorena Jara dijo que “los requisitos para optar a esta ayuda técnica es que el paciente sea mayor de edad, pertenezca al 60% de población más vulnerable, según el registro social de hogares y contar con credencial de discapacidad”.

Finalmente, la fisiatra comentó que, si bien Manuel perdió la movilidad de por vida, el desplazamiento no lo es todo y que es posible rehabilitar de forma multidisciplinaria. Pronto será dado de alta. “Hay un par de casos de dos médicos, uno mexicano y otro chileno que operan gracias al uso de sus sillas de bipedestación y hasta peluqueros ejercen su oficio de esta forma”, lo que ratifica que este tipo de pacientes pueden reinsertarse a la sociedad y desarrollar actividades, gracias a estos aparatos y ayudas técnicas. 

La silla tiene un costo de alrededor de un millón de pesos. Es de muy fácil manejo para que se desplacen en casa, pero no está adaptada para ofrecer movilidad en vía pública.