A primera hora del 29 de julio de 2024, iniciaron su funcionamiento las renovadas farmacias del zócalo, primer y segundo piso del CAA. Gracias a una remodelación tuvieron un aumento importante de ventanillas para atención usuaria, aunque la joya de la jornada fue el nuevo sistema para la gestión de filas.

188 días, 6 meses, han pasado desde entonces y la experiencia tras su puesta en marcha deja dulces experiencias entre las y los funcionarios, pero también entre usuarios y usuarias de esta Unidad, que se relaciona a diario con aproximadamente mil pacientes.

“Nos sirvió a nosotros como Farmacia para ordenar al público. También nos permite diferenciar la atención preferencial de la atención general”, comentó la encargada de Farmacia Ambulatoria,  Claudia Medina. Recordemos que para cumplir con esta norma se habilitaron dos ventanillas, tanto en el zócalo como el primer piso. El objetivo era acelerar la atención usuaria. “Eso está enlazado con el Gestor de Filas. El tótem tiene la opción de seleccionar si son personas preferentes o generales, lo que deben acreditar con una credencial de discapacidad o cédula de adulto mayor”, añadió Medina.

Si bien quedan algunas cosas por mejorar, “como la diferenciación de la ventanilla que está realizando el llamado”, Claudia percibe que las y los usuarios están conformes con el sistema.

Adela Enríquez tiene 86 años. La mujer, mes a mes, retira sus medicamentos en la farmacia ambulatoria del nuestro Hospital Regional. Ella conoce el funcionamiento del Gestor de Filas desde el primer día: “Cuando vengo a buscar los remedios me demoro 20 minutos o media hora”, dijo sobre su experiencia actual. “Antes me demoraba dos o tres horas. Ahora es bastante mejor, más rápido, lo que es muy bueno para el adulto mayor”, indicó tras recibir los fármacos a través de la ventanilla de atención.

La farmacéutica Catalina Márquez contó que para los trabajadores de la Unidad, “ha sido súper grato la integración del Gestor de Filas”, puesto que la labor anterior era mucho más tediosa. “Ahora el llamado es automático, el usuario o usuaria se acerca y nosotros no estamos gritando para que lo hagan”, comentó. Estos cambios disminuyeron el estrés de la espera por atención. “La máquina los llama y los pacientes están atentos a la pantalla, así que súper bien”, concluyó.