La importancia de la salud mental del gran quemado
Jueves, 23 de Enero de 2025
Soledad y desamparo son los sentimientos que más experimentan los pacientes del Servicio de Quemados, quienes no sólo atraviesan una etapa vulnerable a nivel de salud, sino a nivel emocional. La mayoría de ellos son adultos mayores con dificultades familiares importantes que, sin apoyo psicológico, verán perjudicada su recuperación.
“Uno va generando un vínculo con ellos desde el día uno y la verdad que es muy común recibir pacientes que han sido abandonados (...) agradecen mucho la contención pues a veces lo único que necesitan es conversar y expresar sus frustraciones y miedos”, expresó Lorena Valeria Lara, psicóloga del C.R. del Paciente Crítico.
Si bien los usuarios que recibe el Servicio son diversos, Valeria destacó que es frecuente que, el gran quemado, provenga de lugares más bien rurales, enfrentándose a situaciones accidentales, tanto a nivel doméstico como laboral que lo lleva a sufrir quemaduras de gran envergadura. Estas últimas, afectan la parte funcional y estética del paciente, generando problemas de reinserción social.
“Las personas que han tenido que ser amputadas por ejemplo, no saben cómo van a seguir su vida, cómo van a ir al baño; todas esas cosas le va generando ansiedad y angustia (...) a esto se le suma el dolor de la quemadura como tal, que es tremendo. Es mucho con lo que deben lidiar a diario”, sinceró la psicóloga.
Desde la mirada de la rehabilitación, la psicóloga del Servicio de Medicina Física, Camila Cid, detalló que es “indispensable” entender que la salud mental es la clave para que el paciente pueda seguir con su terapia física y que muchas veces “no se le toma el peso, ya que no afecta en lo funcional”. Agregó que “el apoyo psicológico debería ser tan relevante como el tratamiento con kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos”, entre otros.
Ambas expertas coincidieron en caracterizar este periodo en las vidas del gran quemado como un “duelo” que, si no se trata, desencadena en otros trastornos mentales relacionados al sueño o a la conducta alimentaria. Asimismo, recalcan la importancia del seguimiento psicológico desde el primer día de hospitalización.